Antiguo y Nuevo Testamento
El canon del Antiguo Testamento cristiano entró en uso en la Septuaginta
griega, traducciones y libros originales, y sus diferentes listas de
los textos. Además de la Septuaginta, el cristianismo posteriormente
añadió diversos escritos que se convertirían en el Nuevo Testamento.
Poco diferentes listas de las obras aceptadas siguió desarrollando en
la antigüedad. En el siglo IV, varios sínodos fueron elaborando listas
de escritos sagrados que fijaban un canon del Antiguo Testamento de
entre 46 y 54 distintos documentos y un canon del Nuevo Testamento de 20
a 27, siendo este último el utilizado hasta el día de hoy; el cual fue
definido finalmente en el Concilio de Hipona en el año 393. Hacia el año 400, Jerónimo había escrito una edición definitiva de la Biblia en latín (véase la Vulgata),
el Canon de la cual, debido en parte a la insistencia del Papa Dámaso,
fue hecho coincidir con decisiones de varios de los Sínodos reunidos con
anterioridad. Con el beneficio de la retrospectiva se puede decir que
estos procesos establecieron de manera eficaz el canon del Nuevo
Testamento, aunque hay otros ejemplos de listas canónicas en uso después
de este tiempo. Sin embargo, esta lista definitiva de 27 libros no fue
legitimada por ningún Concilio ecuménico sino hasta el Concilio de Trento (1545-63).
Durante la Reforma Protestante,
algunos reformadores canónicos propusieron diferentes listas de las que
se encuentra actualmente en uso en la iglesia de San Pedro de Roma.
Aunque no sin debate la lista de los libros del Nuevo Testamento vendría
a seguir siendo la misma, sin embargo, en el Antiguo Testamento los
textos presentes en la Septuaginta cayó de favor. En el momento en que
vendría a ser eliminado de la mayoría de los cánones protestantes. Por lo tanto, en un contexto católico estos textos se denominan libros deuterocanónicos, mientras que en un contexto protestante que se hace referencia como libros apócrifos,
la etiqueta se aplica a todos los textos excluidos del canon bíblico
que estaban en la Septuaginta. Cabe señalar también, que tanto católicos
como protestantes describen algunos otros libros, como el libro de los Hechos de Pedro, como apócrifos.
Por lo tanto, el Antiguo Testamento protestante de hoy tiene 39
libros -el número varía del número de los libros en el Tanaj (aunque no
en contenido) a causa de un método diferente de la división-. También
varía el orden y el nombre de los libros, mientras que la Iglesia Católica Romana reconoce a 46 libros como parte del Antiguo Testamento canónico. El libro de Enoc es aceptado en el canon del Antiguo Testamento sólo por la Iglesia ortodoxa etíope.
El término "Escrituras hebreas" es solo sinónimo del Antiguo Testamento
protestante (no católico) que contiene las Escrituras hebreas y textos
adicionales. En cuanto al canon del Nuevo Testamento, son 27 libros en
el canon de la Iglesia Católica Romana, aceptado por la mayoría de las
Iglesias de la Reforma. La Iglesia Siria solo acepta 22 libros en su
canon. Libros como 1 y 2 de Clemente, el libro de la Alianza, el
Octateuco y otros, han sido motivo de disputas, y se encuentran
canonizados por la Iglesia católica apostólica ortodoxa.
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