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T

La T es la vigesimoprimera letra y la decimosƩptima consonante del alfabeto espaƱol, y la vigƩsima letra del alfabeto latino bƔsico. Su nombre en espaƱol es femenino: la te, en plural tes.
En espaƱol representa un sonido consonante obstruyente, oclusivo, dental y sordo.

Historia

JeroglĆ­fico egipcio
(aspa)
Proto-SemĆ­tico
T
Fenicio
T
Griego
Tau
Etrusco
T
LatĆ­n
T
EtruscanX-01.svg Proto-semiticT-01.png PhoenicianT-01.png Tau uc lc.svg EtruscanT-01.svg RomanT-01.png

El nombre tau hebreo recordaba la idea de la cruz, cuya forma, efectivamente, es la de dicha letra en antiguas medallas de los judĆ­os. La T es de articulación fuerte, sorda, momentĆ”nea o explosiva, que corresponde a la dĆ©bil o sonora d, la cual puede ser tambiĆ©n a la vez lingual y dental. La afinidad natural que existe entre las dos letras explica la recĆ­proca sustitución de las mismas. En algunos manuscritos se halla a veces seT por «sed», quoT por «quod», hauT por «haud», adque por atque. El tu del latĆ­n tiene por equivalente el du del alemĆ”n, mientras que goTT y Tag de esta Ćŗltima lengua han formado god y day en inglĆ©s. Los alemanes han escrito su propio nombre nacional sucesivamente Teutsh y Deutsch.
En el griego cadmeo la T se confunde con la M, pero en las formas eolodórica y Ć”tica vuelve a tomar la figura de T, en todo semejante a la latina clĆ”sica, medieval, y en la propia de todas las lenguas neolatinas. El alfabeto etrusco vuelve a ofrecer variedades muy diversas de T (desde la M hasta x, y, ą¹…), y en sus coetĆ”neas el ibĆ©rico y turdetano privan las dos formas x y M. En la epigrafĆ­a latina clĆ”sica, la T del alfabeto romano adquiere la forma usada aĆŗn en los tipos corrientes en todas las lenguas neolatinas. Otra forma de utilizar la T es por códigos.

Pronunciación

La T es consonante dental oclusiva sorda. Se articula apoyando fuertemente la punta de la lengua contra la cara interna de los dientes superiores, y manteniendo muy poco abiertos los maxilares, de manera que la lengua toca tambiƩn con la punta los dientes inferiores. Los lados de la lengua tocan la cara interna de los molares superiores y cierran por allƭ el paso al aire.
En medio de sus características generales, la T, como las demÔs consonantes plosivas, ofrece una intensidad articulatoria diferente según el lugar que ocupa dentro de la palabra. Así, la T es producida con mÔs fuerza en posición inicial absoluta de palabra y al principio de sílaba precedida de otra consonante que no lo es cuando se encuentra situada entre dos vocales. La T en: tiempo, temible, toma, arte, partido, contra, etc., posee una intensidad de articulación mayor que en vocablos como: pato y pito.
Este aflojamiento en la intensidad de la articulación de T entre dos vocales, explicable por el carÔcter abierto de dichos sonidos, es el que explica también el por qué la T, en la posición dicha, manifiesta una etapa de evolución histórica mÔs pronunciada que en otras. Así, tenemos que la T del latín, en posición intervocÔlica, no se conserva como t, como ocurre en la posición inicial (tempus da tiempo, tantum da tan, timere da temer, etc.), sino que a través de modalidades fonéticas sucesivas se convierte en d en castellano (pratum da prado, acutum da agudo, amatum da amado, etc.), y, en algunos idiomas, por ejemplo en el francés, llega incluso a desaparecer completamente (rotam da en español rueda, en francés roue; setam da en español seda, en francés soie, etc.).
Se ha dicho que la T es un fonema de articulación post-dental. Ello, como cosa general, y en particular para el español. Porque es innegable que en algunos idiomas dicha consonante asume un carÔcter de articulación pronunciada mÔs hacia dentro de la cavidad bucal, de modalidad alveolar y a veces prepaladial, lo que explica que la emisión de la consonante vaya seguida de una especie de desgaje espiratorio representable por una h aspirada. Nótese que esto no es lo normal en las lenguas neolatinas. Como fenómeno peculiar de éstas, sobre todo en sus representantes el francés y el español, consígnese la pérdida de la t cuando originariamente forma grupo con r. La observación de ejemplos típicos, como patrem, matren, fratrem, petram, etc., en sus reflejos padre (de pÔere), madre (de mare), y en francés père, mère, frère, pierre, ilustran suficientemente el caso.
Indiquemos, finalmente, el resultado actual de la ch espaƱola, procedente del grupo ct evolucionado (factum da hecho, lactem da leche, lectum da lecho, noctem da noche, etc.), que el francƩs nos ofrece en una etapa al parecer todavƭa retrasada.

Representaciones alternativas

En alfabeto fonĆ©tico aeronĆ”utico se le asigna la palabra Tango. En código Morse es: « - »

Referencias


  1. Ortografƭa de la lengua espaƱola, 2010, p. 56.

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